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A3+/A4, 350m; una nueva y precaria apertura para David Palmada “Pelut” y Víctor San Baudélio en Gran Canaria

29 de Mayo de 2013  |  Deja tu comentario
350m, conglomerado basáltico de mala calidad, A3+/A4, 6º en la pared de la Ayacata. 11 días de apertura, 5 de ellos en cápsula. Crónica de Pelut.
350m, conglomerado basáltico de mala calidad, A3+/A4, 6º en la pared de la Ayacata. 11 días de apertura, 5 de ellos en cápsula. Crónica de Pelut.


David Palmada y Víctor San Baudélio
La pared de la Ayacata

El catalán David Palmada “Pelut” y el escalador local Víctor San Baudélio abrieron en dos tandas de 6 y 5 días, entre febrero y abril de este año, una de las habituales y precarias vías a las que el primero nos tiene acostumbrado. La han llamado “Polvoronic Wall”, y está trazada en la pared de la Ayacata, en Gran Canaria.

Ésta es la crónica que nos envía Pelut de la apertura.


David Palmada y Víctor San Baudélio
Extraplomo en la zona alta de la pared

Polvoronic wall

“Polvorón, puro polvorón...esto me decían, y me hacía gracia...me hacían soñar con un mundo de precariedad para pasar un buen rato...jajaja ¡qué mala es la ignorancia!

AYACATA es una bonita pared situada en el centro de Gran Canaria, cuya roca es conglomerado basáltico de muy mala calidad (o no, según como se mire). Lo que está claro es que cuando los locales te van avisando, y te dicen que es muy muy malo, y que hace más de una década que no se abre nada en el trocito de pared que hemos elegido, algo de razón tendrán.

Y joder si la tienen...

Un día de tantos del invierno, perdido por Alpes, muy bajo de motivación, me llega el subidón que estaba necesitando: mi buen amigo Javier Martín me manda una foto del rincón de la Yeray, y Dios, mi cerebro se paró y sólo quería escapar de Alpes para ir en busca del sol canario. Avisado de la “calidad” de la roca, sólo me faltaba encontrar quien me acompañara en la movidita, así que Javi tramita todo y me alía con Víctor San Baudelio,el “Samba” ¡Vaya dos nos juntamos! Con Samba nos conocimos en el Tenerife artifo que montó Javi el año pasado, y os puedo asegurar que es todo motivación, algo increíble y además tiene lo que hay que tener para afrontar este tipo de escaladas: paciencia, ganas, y ese punto de achicharramiento cerebral necesario para escalar conmigo.

Así pues sin más me encuentro en Tenerife: el ritmo cardíaco aumenta, la testosterona y actos macarricos emanan de nuestros cuerpos completamente poseídos. Después de preparar toda la metralla nos encontramos delante del rincón de la Yeray...¡increíble! muchísimo más bonita al natural que en la foto,y ademas la linea elegida es aún mas desplomada de lo que parecía en imagen...esto dará mucha guerra.


David Palmada y Víctor San Baudélio
Comenzando el primer largo


David Palmada y Víctor San Baudélio
En el primer largo

Sin querer esperar mas nos vamos directos a darle duro al primer largo. Es tarde, pero la motivación y las ganas de estrenarme en esa roca tan particular me absorben por completo. Un apunte importante: cuando la motivación es tan elevada, te crees el amo del mundo y claro, se te para la cabeza. Así que haciendo acto de prepotencia, y con desconocimiento total decidimos (bueno, más bien decido) no llevar burilador ni nada. A lo listo. La noche va llegando y yo completamente poseído estoy saliendo ya del primer techito. Hasta aquí todo en orden: una escalada especial, delicada pero factible.

Pero la salida del primer techito me deja las cosas muy claras: roca completamente crostosa, con bloques superpuestos construyendo un castillo de naipes esperando un movimiento equivocado para venirse abajo. Así que después de renegar, gritar al cielo mientras Samba se decojonaba diciéndome “ves viejito...ves...), no nos queda otra que ir al coche a por el burilador. Reconozco que eso fue como una patada en toda la cara; esos minutos de espera atado a una piedra mientras Samba corría a por los expansivos me hicieron reflexionar y me ayudaron a poner los pies en el suelo.

Resuelto el tema, y con los ojos llenos de porquería, tocamos retirada a la samboneta a descansar un poco. La tónica de todos los días fue la misma: empezar prontito y bajar tarde. Así durante 6 días, 6 largos días los cuales nos hicieron navegar entre enormes bloques fisuras desplomadas y cuevecitas de ensueño, y 6 días solo para poder llegar hasta la Cueva del Negro, situada en la R5...ha llegado la hora de volver a casa a trabajar un poco, y no hemos podido terminar...uummm,realmente la escalada es difícil...pero la sensación es de estar escalando hielo: despacio, limpio, miro, clavo algo y continúo; un juego vibrante que me ha abierto una nueva visión del artifo.


David Palmada, Víctor San Baudélio

El retorno a la monotonía de la vida cotidiana se hace duro. Atrás quedan días de desconexión y precariedad,sensaciones que necesito volver a sentir yaaaaa otra vez. Dos son los meses que necesito para poder volver a reunir la pasta y el tiempo necesario para regresar a la tierra del sol eterno. Samba espera impaciente, se va estrechando el circulo, ahora ya no hay marcha atrás, venimos a por todas, nos vamos de bigwall. Para Samba el estar tantos días en pared es nuevo y la motivación es máxima. Después de comprar guarradas varias para unos 5 o 6 días en pared nos despedimos de nuestro hombre base, el “negrito” y nos vamos de holidays on the wall.


David Palmada y Víctor San Baudélio
Trabajos nocturnos


David Palmada y Víctor San Baudélio
Saliendo de la Cueva del Negro

Como siempre ,subir toda la chatarra hasta el punto más alto se hace una tarea difícil y pesada, pero una vez estas instalado ya no te bajarías nunca. Más encendido que nunca Samba le da duro a los diedros superiores, él está en su casa y a ha escalado muchísimo en este tipo de roca. Progresamos rápido, pero lo bueno dura poco: vuelvo a cabalgar yo por un trozo que pone los pelos de punta, completamente roto, sin poder poner nada, tirándole toda la mierda que cae al pobre Samba...fatal, desesperación, ganas de estar en la playa. Pasan los minutos y no te mueves, bloqueado, atrapado en esa pu.. pared, miiierdaaa, ni tan siquiera puedes poner expansivos, se cae todo...serenidad, respirar hondo y a emplazar anclas en las lajas rezando para que estas no salten. Y es que encima no es un trozo muy difícil,pero la calidad de los puntos de seguro es nula y una caída allí significaría unos días de relax en el hospital. Con mucha tranquilidad voy encajando todas las partes del puzzle y por fin puedo montar la tan deseada R, joer con el larguito. Samba lo vibra al desmontarlo,este tipo de largos son los que te hacen pasar las horas volando, sin darte cuenta ,tu simplemente estas allí sumido en tu micro mundo de paranoia y desconexión.


David Palmada y Víctor San Baudélio
Al sol en el campo 2

Las noches en Ayacata son tranquilas,tenemos sombra hasta las tres y a partir de aquí sol achicharrador hasta su puesta. Pero la calma que el lugar trasmite y esa luna llena hace que tengamos ganas de seguir cabalgando en plena oscuridad, y así es como empezamos escalar la “red zone” la parte mas alta y desplomada de la pared. Silencio, tranquilidad, iluminado por mi redondita del frontal voy progresando por unas fisuras desplomadas de ensueño, buuua gallina de piel...no puedo dejar de emocionarme y volver a sentir esas sensaciones, yyyyeeeeeaaaaaaahh...AYACATA MATA jajaja, eso repetíamos una y otra vez. Después de un trozo muy desplomado los dioses deciden regalarnos una repisilla de ensueño allí arriba; una repisilla llena de carrancios, pero un balconcillo a máximo nivel allí arriba en el cual echamos una siestecita llena de sueños inmejorables.


David Palmada, Víctor San Baudélio


David Palmada y Víctor San Baudélio
Abriendo el largo 9

Desde este punto nos queda muy poquito para poder llegar al jardín del edén, pero no sin antes pasar por la peligrosa y gigantesca laja del “robert picht”, el largo 9. Una laja que esta levitando allí arriba, con una fisura brutal, y a la que se puede dar en libre o en artifo, a gusto de cada cual. Pero después de estudiar bien la situación, vemos que tocar esa laja es como jugar a la ruleta rusa: sólo está sujeta por la parte de arriba...¿cuánto aguantará? Queda allí. Fotos en el abismo, momentos de emoción y por fin llegamos al gigantesco jardín del edén,una gigantesca cueva preciosa en la que nos podemos desencordar y correr como gacelas. La cumbre está cerca,mi cuerpo pide más,pero la lógica de la vía nos lleva a que Samba escale los últimos 15 metros de musgo Ayacatero por la izquierda, situándonos en el barranco del Laurel, desde donde ya se baja andando.

Cinco días de bigwall mas otros 6 del primer ataque hacen un total de 11 días para poder decir que ha nacido Polvoronic Wall. Una aventura diferente en un rinconcito tranquilo.


David Palmada, Víctor San Baudélio

Dar las gracias a Daniel Cañameras “negrito” por ese soporte incondicional.
A Floro por ese préstamo desinteresado...
A don Juan Aguilar “toda una institución “gracias por contarme la historia de la isla,un verdadero placer conocerle.

Y además, a toda esa peña metalera de la isla cuyos nombres ocuparían páginas y páginas. Pero hay dos que no puedo dejar de nombrar: Javi ”el Friky”a quien va dedicada esta ascensión, uno de los más activos escaladores de Tenerife, gracias por compartir conmigo esta pasión, sigue así y no aflojes.

Y cómo no,a ese pedazo de sambatronico, simplemente gracias, viejito, por compartir este viaje conmigo. Sabes que será la primera de muchas. Escachón, hermano."


David Palmada y Víctor San Baudélio
Topo de la vía


David Palmada y Víctor San Baudélio

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