Vídeo: Michaela Kiersch encadena Era Vella, 9a, Margalef
Una productiva visita de 1 mes de Michaela Kiersch a Margalef culmina con su segundo 9a+, Víctima Perfecta, y con la escalada de Era Vella, 9a. Aquí está el vídeo de la 2ª.
Finalmente se confirma que hicieron cumbre los 7 miembros del equipo (Alex Txikon, Chhepal Sherpa, Tenjen Sherpa, Pasang Nurbu, Mingtemba Sherpa, Pemba Tasi Sherpa y Gyalu Sherpa). Se quedó fuera Simone Moro, que antes de llegar al campo 2, por problemas estomacales, tuvo que descender al base, acabando en Katmandú para ser tratado. Alex le dedica la cumbre: “Quisiera agradecer la cumbre a Simone Moro. Gracias al gesto que tuvo de descender en solitario del campo 2 al campo base porque, aunque tenía fuerzas para seguir ascendiendo, consideraba que podía entorpecer al grupo, lo hemos podido lograr. ¡ Eskerrik asko lagun!”
Alex Txikon y su equipo en el Manaslu. Foto: Alex Txikon
Alex fue el único que no empleó oxígeno suplementario, pero lo cierto es que las penosas condiciones de frío inutilizaron los aparatos en buena medida, y no se sabe hasta que punto fue una verdadera ayuda en los momentos más difíciles, o un peso añadido en la ascensión. En cualquier caso, lo emplearon.
Alex Txikon y su equipo en el Manaslu. Foto: Alex Txikon
La ascensión fue rápida: en tan solo 60 horas hicieron campo base-cima-campo base. Se sentían aclimatados y decidieron aprovechar la ventana, aunque ello conllevaba el hándicap de que buena parte de la montaña no estaba equipada. Partieron el 4 de enero a las 8 de la mañana del campo base y regresaban al mismo el día 6 de enero a las 18:00.
Alex Txikon y su equipo en el Manaslu. Foto: Alex Txikon
El día de cumbre fue eterno: comenzó a las 11 de la noche, cuando abandonaban el campo 3, a 6.900m, y finalizaba a las 6 de la noche del siguiente día, con la llegada al campo base. Partieron con temperaturas de -45ºC y llegaron a marcar -50ºC. A eso hay que sumarle un fuerte viento que dejaba en situación límite la sensación térmica. “Llegaba al punto de que se nos helaba el agua en la cantimplora, y la llevábamos pegada al cuerpo con la ropa y el plumas por encima. Eso no nos había pasado nunca. No sabíamos a lo que nos enfrentábamos, y lo hemos solucionado con coraje y valentía”.
Les amaneció a 8.000m, pero aún tuvieron que luchar mucho para llegar hasta la verdadera cima, a las 8:45 de la mañana hora local. Como se sabe, la polémica sobre esta montaña fue intensa hace un par de temporadas, cuando salió a la luz que, la mayoría de alpinistas, durante muchísimos años, se quedaban en un punto anterior, y no cruzaban la peligrosa zona hasta cumbre. Alex Txikon ya contaba este ochomil en su currículo, pero cuando saltó la polémica nos contó telefónicamente que, al ver las imágenes de dron de la verdadera cima y la arista, reconocía que ellos se habían quedado en un punto anterior que, aún así, era más alto que el que solían coronar la mayoría de expediciones. Pensaron que habían llegado, pero no.
Quedaba un largo descenso. Con las condiciones invernales reinantes, era conveniente salir de la montaña lo más pronto posible, así que, a pesar del cansancio y el desgaste, decidieron bajar hasta el campo base en el mismo día. Llegaron literalmente destrozados a las 6 de la tarde, ya de noche, pero en medio ocurrió algo que pudo ser muy serio: “Fue un momento muy difícil”, confiesa Alex. “Uno de nuestros compañeros se cayó a 7.250m y bajo sin control hasta los 6.850m. A pesar de la magnitud de una caída así, sobrevivió. Pero en ese momento piensas que, si fallece, todo deja de tener sentido”.
En resumen, 2º ochomil invernal sin oxígeno para el vasco, en unas condiciones muy duras; las peores que ha vivido en la montaña, según el. “Una ascensión muy difícil, lo he pasado peor que en el Nanga Parbat”, confiesa Alex. “He disfrutado muy poco, aunque el momento en el que hemos disfrutado ha sido muy hermoso.”.
Alex Txikon y su equipo en el Manaslu. Foto: Alex Txikon
Deja tu comentario
Sé el primero en comentar este artículo.