Batura Sar: siguen cayendo cantidades ingentes de nieve; fin a la expedición polaca

Cuando los polacos anunciaron que, para preparar a los jóvenes miembros de cara a la invernal del año que viene al K2, iban a intentar el Batura Sar (7.795m), solo tenían una referencia invernal de esta montaña en la que apoyarse. Databa de 1981, por parte de un equipo austriaco, y lo único que se recuerda es que, de la que les cayó, tras un mes en la montaña, apenas pudieron salir por espacio de unas horas del campo base.

Con estas referencias, y conociendo la gran dificultad técnica de este sietemil -una gran muralla de 10x3’5 kilómetros que es la 2ª mayor prominencia del Karakorum, y que solo ha sido ascendido en 3 ocasiones, todas ellas en verano-, era previsible que se encontraran con una situación muy dura. El Batura Sar está situado en el Batura Muztagh, subcordillera del Karakorum que, a los intensos vientos y el frío extremo de este último, suma una mayor precipitación que convierte a esta montaña en lo peor del duro clima de aquellas montañas.

Pero lo que se han encontrado supera todas las expectativas. Por comenzar desde el principio: la aproximación se alargó varios días más de lo previsto, ya que para superar con la carga los últimos 300 metros por el roto glaciar necesitaron 3 días. Después se encontraron con las mayores precipitaciones de los últimos 26 años, que enterraron sus tiendas a más de 1 metro de profundidad. Y tras un corto espacio de buen tiempo, arrancó una semana de nieve que los propios alpinistas calificaron como “catástrofe meteorológica”.

La nieve cesó y consiguieron trabajar unas pocas jornada, hasta que las nevadas regresaron, dejando 1 nuevo metro de espesor en los últimos 3 días. Ante esta situación, y llegado el mes de marzo, han decidido dar por finalizada la expedición.

Han podido trabajar algo más que los austriacos, pero no mucho más. A pesar de todo, fueron capaces de instalar el campo 2, y llegar hasta los 6.600m del campo 3 en la última mini-ventana de buen tiempo.

“Los partes meteorólogicos indican que los próximos días van a ser incluso peores. Desde el campo base hemos visto una enorme avalancha que ha caído entre el campo 1 y el 2 enterrando vía y cuerdas. Las nevadas constantes nos impiden hacer nada, y el riesgo de avalanchas cada vez es mayor”, afirma Piotr Tomala, jefe de expedición. “La única decisión racional es finalizar la expedición”.

Esperan la llegada de 40 porteadores que les ayuden a desmontar el campo y volver a la civilización. Deseamos que encuentren el glaciar en condiciones algo más favorables que a la ida.