Vídeo: Michaela Kiersch encadena Era Vella, 9a, Margalef
Una productiva visita de 1 mes de Michaela Kiersch a Margalef culmina con su segundo 9a+, Víctima Perfecta, y con la escalada de Era Vella, 9a. Aquí está el vídeo de la 2ª.
Día de cumbres en el Nanga Parbat.
Se confirma que hoy han hecho cima en los 8.125m del Nanga Sergi Mingote, Cala Cimenti, Vitaly Lazo y Anton Pugovkin. Había más alpinistas en el grupo, pero no hay noticias.
En estos momentos se encuentran descendiendo, y al menos en el caso de Cimenti, la bajada pretende ser esquiando, tras portear los esquís hasta cumbre.
Ayer ya consiguió la cumbre el francés Boris Langenstein, quien también pretendía -junto con su compañero Tiphaine Duperier, que no pude conseguir la cima y le esperaba a unos 7.800m- el descenso con esquís.
Para aclimatar, ambos escalaron el Spantik, de 7.027m, realizando el que probablemente es el primer descenso con tablas de esta montaña pakistaní.
Hace pocos años, cuando las expediciones comerciales al Cho Oyu y al Everest empezaban a ser muy numerosas, y empezaron a levantarse voces críticas sobre ellas, se consideraba que la dificultad del resto de ochomiles les protegía de la masificación. Y sobre todas ellas sobresalía el K2.
Pero luego ocurrió algo: China cada vez ponía más problemas – o directamente cerraba las fronteras de Tíbet -, y las agencias empezaron a encaminar clientes a picos como el Dhaulagiri y el Manaslu.
Y finalmente, desde hace pocas temporadas, el turno de las expediciones comerciales ha llegado al K2.
Este año el Gobierno de Gilgit Baltistán ha concedido 400 permisos para K2, Broad Peak, Gasherbrum I, Gasherbrum II, Nanga Parbat y, de forma anecdótica, a Latok, Gasherbrum VI, Mustang. 179 de estos permisos son para alpinistas que se encaminan al K2.
Según afirman algunas agencias, en realidad, incrementando el número de sherpas que trabajan en la montaña, el número de metros de cuerda, y la cantidad de botellas de oxígeno a 8000m, para superar el cuello de botella, el K2 es asequible para sus clientes, con un solo problema: el poco sitio disponible para montar campamentos, a excepción del collado a 8.000m, hace que la logística sea más difícil y suponga tener que organizar las personas que suben en cada grupo porque, de subir todos en bloque como en el Everest, no habría sitio para tantas tiendas en algunos campos intermedios.
Opinan que esto es un filtro que evita atascos como los del techo del mundo, que podrían ser especialmente peligrosos en el cuello de botella.
Mientras tanto, como afirmábamos hace un par de semanas, al informar sobre el intento que van a realizar Thomas Huber, Simon Gietl y Yannick Boissenot a la norte del Latok I, lo más interesante desde el punto de vista alpinístico de esta temporada de Karakorum no se da en los ochomiles. Iremos informando sobre ello.
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