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Arqueología pirenaica: descubiertas pinturas rupestres a 2.200m, junto al Refugio de Góriz

22 de Marzo de 2019  |  Deja tu comentario
Un emocionante hallazgo del Grupo de Arqueología de Alta Montaña.

El Refugio de Góriz y Monte Perdido, desde la zona de la cueva. foto: Javier Rey Lanaspa
El Refugio de Góriz y Monte Perdido, desde la zona de la cueva. foto: Javier Rey Lanaspa

¿Pensais, cuando transitais por la alta montaña, que la historia de los humanos en las cumbres, rocas y glaciares comenzó con la historia del alpinismo? Suele pensarse, pero es un error: la montaña y los humanos han estado siempre unidos. Territorios de paso o de asentamiento, nuestra presencia en lugares que hoy consideramos “alpinos” se pierde en la historia.

El Refugio de Góriz es sobradamente conocido por quienes aman la montaña y el Pirineo. Situado en el Valle de Ordesa, a 2.200m, en una zona rota, no aparenta ser el mejor lugar para los pastos de verano; en muchos otros valles estos se encuentran en zonas más “amables” y accesibles.

Pero los restos de mallatas atestiguaban que el pastoreo en la zona era común, como lo sigue siendo: quienes ascienden a las grandes montañas de Ordesa comprueban -a veces con asombro- que los pastos rodeados de rocas de Góriz, e incluso los situados a mayor altura, camino de la Brecha, siguen siendo empleados por los pastores de ovejas de Fanlo.

No solo el pastoreo: la Brecha de Rolando, a 2.804m, era el paso natural histórico a Francia de los habitantes de la comarca hasta hace pocas décadas. Una verdadera excursión alpina a través de grandes pedregales, neveros y glaciares que hoy, en el aspecto deportivo, es considerada exigente y con zonas de riesgo, pero que muchas y muchos habitantes realizaron como parte de su forma de vida durante siglos.

Por todo esto, no es de extrañar que tanto en Alpes como en Pirineos como en Picos de Europa, las primeras ascensiones vinieran de la mano de los pastores locales que actuaban como guías de montañeros y alpinistas; de hecho, suele considerarse que es probable que la primera ascensión a Monte Perdido, no conocida, la realizara un pastor aragonés antes de la primera escalada histórica que conocemos.

Ahora un descubrimiento nos permite datar la actividad humana en estas alturas hasta la prehistoria: pinturas rupestres en el entorno del Refugio, las situadas a mayor altitud de la península ibérica.

Arte rupestre a 2.200m, muy cerca del Refugio de Góriz


Desde 2015, el Grupo de Arqueología de Alta Montaña (GAAM), dirigido por Javier Rey (Gobierno de Aragón), Ignacio Clemente (Consejo Superior de Investigaciones Científicas) y Ermengol Gassiot (Universidad Autónoma de Barcelona), está investigando en la zona la presencia humana, dentro del interesante proyecto “Arqueología del Pastoralismo”, promovido por la Comarca de Sobrarbe, Geoparque Mundial UNESCO Sobrarbe-Pirineos y financiado principalmente por el Ministerio de Cultura. Mallatas, cuevas refugio de pastores, cuevas refugio de ganado.

Y mañana en Boltaña presentan el último de sus descubrimientos: unas pinturas rupestres situadas a 2.200m de altitud, muy cerca del Refugio de Góriz.

Zona de la cueva, desde el Refugio de Góriz. Foto: Javier Rey Lanaspa
Zona de la cueva, desde el Refugio de Góriz. Foto: Javier Rey Lanaspa

Este descubrimiento crea un hilo temporal de actividad humana en esta zona de alta montaña desde las cuevas prehistóricas hasta el actual refugio de montañeros, pasando por las mallatas y viejos refugios de pastores. Y lo más importante: crea un hilo entre los habitantes de los valles de Añisclo, Vío y Fanlo prehistóricos y los actuales pastores de Fanlo, quienes suben el ganado a los puertos de Góriz en verano. Una forma de vida y cultura pastoril que con apenas modificaciones puede remontarse a hace 6.000-7.000 años.

“Los grupos humanos que hicieron estas pinturas ya conocían la ganadería y la agricultura. Podemos calcular que comenzaron a realizarse entre el 5.000 y el 4.000 ac, y durarían algo más de tiempo”, nos comenta Javier Rey. “Son pinturas de arte esquemático, y tienen mucha importancia tanto por si mismas como por su situación y, principalmente, por su altura. “ Estas fechas situarían las pinturas en el Neolítico.

No son los primeros descubrimientos prehistóricos que el equipo realiza en la zona, pero hasta ahora el resto estaban en cotas que podían permitir que fueran habitadas con continuidad durante todo el año. La importancia de los nuevos descubrimientos radica en que enlazan hasta 7.000 años de sistema pastoril de pastos de altura en verano.

“Por ejemplo”, nos comenta Javier, “en la zona hemos estudiado Coro Trasito, en Tella, la cueva que dio a conocer el Grupo de Espeleología de Badalona hace décadas, cuando ya afirmaron que había restos arqueológicos, o también los restos que hemos encontrado cerca de San Urbez, en Añisclo -en los que hemos hallado sustratos de Edad del Bronce y Neolítico-, y pensamos que son lugares que podían estar más o menos habitados todo el año, pero estas, a 2.200m de altitud, estaban habitadas solo en verano. Eran pastores que subían con los ganados del valle a la montaña cuando la nieve desaparecía.”

Sobre las pinturas, pronto podremos ver imágenes, tras su presentación en las IV Jornadas de Arqueología de Sobrarbe: “Son figuras pintadas en rojo, aunque tienen un tono anaranjado, como un rojo un poco desvaído. Pueden englobarse en el arte esquemático peninsular, no hay diferencias significativas con el resto de pinturas del mismo tipo. Con una serie de trazos forman figuras de animales que no se puede identificar a qué especie corresponderían, y que llamamos cuadrúpdeos, representaciones humanas (hombres en Phi, antropomorfos); son figuras totalmente abstractas que han perdido el naturalismo que mostraban otras pinturas, como el arte levantino: son más bien la plasmación abstracta de una idea. “

Un emocionante descubrimiento que debería recordar a quienes visitan la montaña que, más allá de los deportes y los tiempos, existe una interesantísima cultura ancestral que conocer, descubrir, y - sobre todo – respetar.

Tags: Ordesa, Pirineos

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