Guantes, gorros y guantes son unas prendas esenciales en la lucha contra el frío aunque habitualmente no les prestemos la atención que se merecen. Vamos a encontrar pocas prendas con una eficiencia térmica tan buena en cuestión de aislamiento para el poco peso y poco espacio que ocupan. Te invitamos a leer este artículo en el que explicamos la importancia de estas prendas y te damos unas nociones de cómo elegir de un modo adecuado según el uso y la actividad.
En los últimos artículos hemos hecho especial mención a prendas de abrigo que normalmente pasan un poco desapercibidas en cuanto a su tecnicidad debido a su relativa sencillez. Desde estas líneas tenemos que hacer autocrítica y reconocer que prestamos mucha importancia a equipación técnica compleja como chaquetas, pantalones y primeras capas pero dejamos de lado las explicaciones de productos más sencillos aunque sobradamente importantes.
Esto, el protagonismo de prendas a las que no solemos prestar atención, es lo que sucede con artículos especialmente válidos para luchar contra el frío como son los que protegen cabeza y extremidades, es decir, guantes, calcetines y gorro. Una triada básica en la protección contra las bajas temperaturas típicas del invierno y de la alta montaña a la que habitualmente no prestamos la importancia que debiéramos.
Habrás oído alguna vez la sorprendente frase de “si tienes frío en los pies, ponte un gorro”. Esto es cierto, aunque un pelín exagerado. Tampoco es mala idea ponerse unos calcetines adecuados en el caso de que el frío afecte sobre todo a los pies y suele tener como consecuencia una rápida entrada en confort térmico, salvo que las circunstancias de frío exterior o de salud sean críticas.
La función básica de estas prendas ya hemos dicho que es la de proteger del frío, a nadie le va a sorprender esto. Sin embargo en la elección de guantes, gorro y calcetines las dudas no suelen ser tanto en la tecnicidad como en la funcionalidad simple (que abriguen) o los criterios estéticos.
La funcionalidad de estas prendas está clara. La hipotermia es una condición en la que la temperatura del cuerpo se vuelve muy baja y es uno de los grandes peligros en montaña, más común de lo que nos pensamos. Esto puede ocurrir cuando alguien pasa mucho tiempo expuesto al frío o cuando su cuerpo no puede mantener su temperatura normal de funcionamiento, en torno a los 37ºC para personas adultas sanas. Los síntomas de la hipotermia incluyen frío extremo, temblores, debilidad y piel pálida o azulada. Si no se trata, la hipotermia puede llevar a problemas graves de salud, incluso a la muerte.
Pero, ¿por qué mencionamos estos síntomas precisamente en un artículo de unas prendas consideradas tradicionalmente como secundarias? Las zonas del cuerpo más proclives al frío suelen ser aquellas que tienen menos cantidad de grasa o de tejido subcutáneo, ya que estos tejidos ayudan a mantener el calor del cuerpo. Algunas de las zonas más proclives al frío son:
Evidentemente, es importante proteger del frío todas las zonas del cuerpo, pero en particular sentiremos más las consecuencias de las temperaturas bajas en esas partes y de este modo evitaremos problemas de hipotermia.
Llevar un calcetines, guantes y gorro en la montaña es importante porque puede ayudar a mantener la temperatura del cuerpo y evitar problemas de hipotermia. En particular el gorro protege la cabeza, que es una de las zonas del cuerpo que más calor pierde. Además, el gorro o la capucha de nuestra chaqueta si es de diseño envolvente, también protegen la cara del viento y del frío intenso, lo que puede evitar problemas como el congelación de la piel y otros daños causados por el frío.
En general, es importante llevar ropa adecuada cuando se practican deportes de invierno o se está expuesto al frío durante largos periodos de tiempo. Esto incluye llevar ropa aislante y caliente, así como proteger las zonas más proclives al frío, como las manos, los pies, la cabeza y la cara.
Sabemos mucho de las prendas de abrigo por excelencia: las chaquetas. Conocemos, y hemos hablado mucho de ello, que la función de una chaqueta térmica es la de conservar el calor corporal aislando del frío exterior. Para ello en montaña suelen utilizarse materiales que al expandirse crean una barrera que retiene el calor corporal evitando la pérdida térmica.
Sin embargo, cuando hablamos de pies, de manos y de cabeza no podemos pensar en ponernos una prenda exageradamente gruesa como puede ser una chaqueta de fibra o de pluma ya que crearían problemas de movilidad o comodidad. En el caso de los pies, un calcetín muy grueso no sería compatible con nuestro calzado habitual, en el caso de las manos unos guantes gordos impedirían la movilidad y la destreza y en el caso de la cabeza sería molesto y, esto es menos importante, bastante antiestético.
Pocas prendas hay que protejan mejor del frío con un tamaño tan pequeño y un peso tan ligero. Si estamos haciendo ejercicio intenso podemos abrir o incluso quitar la chaqueta, pero en condiciones de mucho frío rara vez prescindimos de gorro, guantes y calcetines, prendas que nos protegen del frío de varias maneras:
Queremos insistir en que es importante llevar ropa adecuada cuando se practican deportes de invierno o se está expuesto al frío durante largos periodos de tiempo. Esto incluye llevar ropa aislante y caliente, así como proteger las zonas más proclives al frío, como las manos, los pies, la cabeza y la cara.
Estamos acostumbrados a analizar membranas, tejidos, grosores e incluso ajustes en las prendas más técnicas como chaquetas o pantalones, pero ¿en qué nos tenemos que fijar en prendas más sencillas como gorros, guantes y calcetines para montaña? Pese a su aparente sencillez, hay que tener en cuenta varios criterios que tienen que ver con la actividad que vamos a realizar y lo que demandemos del producto. Pasamos a explicar brevemente qué cosas has de tener en cuenta para elegir bien estas prendas.
Dependerá de la actividad que vayamos a realizar y, sobre todo, si vamos a utilizar o no casco en esa actividad. En el caso de llevar casco deberemos elegir un tipo de gorro fino y ajustado para que se adapte perfectamente a nuestra cabeza pero quepa correctamente en el espacio disponible en el casco. Es importante que el gorro que elijamos para llevar debajo de un casco no tenga costuras demasiado marcadas o pueden llegar a ser molestas. Lo habitual es que estos gorros sean de forro polar o, mejor aún, de algún material elástico y por tanto más adaptable al contorno de nuestra cabeza como puede ser el soft shell o powerstretch.
Si queremos un gorro para usar sin casco, el hecho de que sea fino ya no es tan importante y podemos optar por un gorro más grueso y que retenga mejor el calor que genera la cabeza. En ese caso buscaremos sobre todo la calidez y la transpirabilidad, para evitar que el efecto térmico de la prenda se vea anulado por el frío que provoca la humedad de nuestro propio sudor retenida en el gorro.
Te dejamos aquí el enlace al artículo que escribimos sobre guantes y manoplas esperando que lo encuentres de tu interés. Ahí relatamos cómo escoger el modelo que más se adapta a tus necesidades.
Sobre los guantes simplemente tenemos que recordarte los criterios de selección. Para actividades que exijan una buena maniobrabilidad como escalada en hielo donde el manejo de los piolets y tornillos, las cuerdas y los aparatos de aseguramiento es esencial para la correcta práctica, es básico llevar unos guantes cómodos aún por encima del criterio del aislamiento térmico. Lo complicado en estas actividades es encontrar el equilibrio perfecto entre movilidad y aislamiento que cada persona necesita.
En el caso de guantes que se van a emplear en actividades con menor exigencia de maniobrabilidad como esquí alpino o senderismo, podemos optar por modelos que tengan buen grosor a pesar de que no nos permitan una movilidad excesiva de dedos. En otras actividades con demandas de movimiento intermedias entre el manejo de cuerdas y aparatos o la simple prensión de un bastón, tendremos que escoger modelos con características intermedias.
En el artículo llamado La importancia de usar calcetines técnicos en montaña explicamos todos los detalles que necesitas saber como materiales con los que se fabrican, tipo de construcción según la actividad y otras funciones que probablemente desconozcas de los calcetines técnicos de montaña.
Normalmente recomendamos utilizar calcetines específicos para cada actividad debido a que tienen un estudiado diseño de grosores, características de los materiales en cuanto a aislamiento térmico y transpirabilidad, así como grandes criterios olvidados de elección como la comodidad y la durabilidad.
En invierno elegiremos, dependiendo obviamente de la actividad, un calcetín construido con materiales térmicos como la lana o el polipropileno. También el acrílico suele funcionar bien, aunque no lo recomendamos del todo por su baja durabilidad. El grosor es básico, pero evita utilizar calcetines muy gruesos en actividades aeróbicas ya que en caso de humedecerse tienden a formar arrugas y tardan bastante en secarse, lo que supone un gran problema cuando la temperatura exterior es baja o caminamos sobre la nieve.
Esperamos que este artículo haya sido de tu interés. Puedes visitar la web o acercarte por nuestras tiendas para consultarte cualquier cuestión que necesites solucionar. Nos encantará atenderte.
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