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Cómo elegir tu mochila para montañismo, trekking y senderismo

¿Qué características reúnen las mochilas para montañismo, trekking y senderismo? En este artículo os las explicamos y os ayudamos a elegir la vuestra para cada momento.

Foto: Lowe Alpine
Foto: Lowe Alpine

Unos consejos importantes antes de elegir tu mochila

1. Tamaño y capacidad. ¡Cuidado!

En tiempos de búsqueda de la ligereza, deberíamos tener muy claras unas normas fundamentales que nos indiquen cuando, por ahorrar unos gramos, nos estamos poniendo en peligro.

Y para saberlo, un buen método es la elección de la mochila.

  • Primero determinaremos la actividad que vamos a realizar (duración, mayor o menor tecnicidad, lugar, etc)
  • Después decidiremos qué material es el indispensable para realizarla, tanto el técnico como el de precaución (siempre debemos llevar una prenda de abrigo y otra impermeable, sea cual sea la época, etc)
  • Finalmente, elegiremos la mochila más adecuada a la actividad que vamos a realizar y que nos permita portear ese material.

Nunca deberíamos hacerlo al revés. Algo que, por desgracia, suele verse:

  • Elegir una mochila mínima para ir con poco peso, e introducir solo lo que cabe en ella, dejando fuera cosas esenciales para la práctica segura de la montaña.

Tampoco es recomendable el caso contrario:

  • Llenar la mochila de cosas que no vamos a necesitar, por tener espacio disponible.

2. Ligereza vs comodidad: un compromiso necesario

De igual manera, que una mochila sea lo más ligera posible no siempre es lo más conveniente y adecuado.

Al elegirla, hay que intentar que sea lo más ligera posible, pero sin afectar a la función del cinturón lumbar, respaldo y tirantes. El peso en una mochila de carga bien diseñada se distribuye y se “siente” mucho menos.

Como explicaremos en breve, no hay que olvidar que casi un 85 por ciento del peso de una mochila de carga debe de recaer sobre la cintura, no sobre los tirantes.

El peso en una mochila mal diseñada, o en la que por su ligereza se ha escatimado en el cinturón lumbar y tirantes, se “sentirá más”, nos desequilibrará, y al final nos parecerá que llevamos más peso que en otra más pesada, pero con diseño y prestaciones adecuadas.

Cada gramo cuenta, pero el peso tiene que disminuir por ligereza de materiales y diseño, no por recortes estructurales. Una mochila sin respaldo es más ligera, pero será una tortura que nos multiplicará por dos la sensación de peso.

Adaptación a nuestra anatomía

Como vamos a ver, es fundamental que una mochila se adapte a nuestro cuerpo. Esto es más importante que su ligereza y otras cuestiones.

Por eso existen modelos diferenciados para mujer y para hombre. En los de mujer encontramos tirantes desplazados y cintura más alta, entre otras cosas.

A las mochilas para mujer les dedicamos un artículo que podéis leer aquí, en el que explicamos todas sus diferencias anatómicas, que son bastantes, y sus ventajas.

Cinturón lumbar, respaldo, tirantes de una mochila de carga moderna. Gran comodidad
Cinturón lumbar, respaldo, tirantes de una mochila de carga moderna. Gran comodidad

Partes de una mochila: la necesidad del reparto del peso

Es interesante conocer las partes de una mochila porque así descubriremos algo que ya hemos comentado y que la mayoría de las personas desconocen: el peso cargado en una mochila no debe recaer sobre los tirantes.

1. El cinturón lumbar: la parte más importante de una mochila de carga

Como decimos, muchas personas piensan, de forma errónea, que la carga de una mochila se sostiene sobre los hombros.

No es así: al menos entre el 75 y el 85 por ciento de la misma debe recaer en el cinturón. Y si no estás recibiendo ese porcentaje de peso en el cinturón, una de dos: o tienes una mochila no adecuada, o si la tienes, debes regularla correctamente.

Un truco es ajustar el cinturón con los tirantes sueltos, recayendo todo el peso sobre él. Cuando veamos que se sostiene, ajustamos los tirantes, quitando así parte del peso que recae sobre nuestra cintura.

Un cinturón de poca sujeción, o que no ajuste como debe, nos hará cansarnos mucho más, perderemos seguridad, equilibrio, y nuestra espalda sufrirá innecesariamente.

Las mochilas muy pequeñas, tanto de montaña como de trail running, prescinden del cinturón porque están preparadas para llevar apenas 2-3 kilos y no es necesario. Pero no debemos cargarlas más, porque no están preparadas para ello.

2. Tirantes

Tienen que ser anatómicos, adaptándose a nuestro cuerpo.

Normalmente, cuanto mayor sea la capacidad de la mochila (y por tanto, el peso que puede acarrearse con ella), más acolchados y voluminosos serán, pero hoy en día, por su forma anatómica, y al igual que ocurre con los arneses de escalada, en los modelos de calidad este volumen se ha reducido mucho sin pérdida de amortiguación y comodidad.

3. Respaldo y bastidor

Es fundamental en cuanto necesitamos una mochila en la que tengamos que transportar algo de peso.

Aporta la rigidez necesaria al sistema para que la carga no se mueva y la mochila sea firme, además de proteger nuestra espalda tanto sujetándola como evitando que los objetos se claven en ella. Muchos modelos incorporan un bastidor rígido.

Bastidor interno de alumino ultraligero de la mochila Gregory Alpinisto 50M
Bastidor interno de alumino ultraligero

Uno de los problemas tradicionales de los respaldos en mochilas fuera del invierno radica en el calor y sudor que provocan. Los diseños aireados que las marcas de calidad han diseñado en los últimos tiempos minimizan este problema, ya que todas las mochilas de calidad incorporan canales de ventilación y están confeccionadas con materiales que absorben el sudor.

El óptimo se consigue con los modelos con espacio tras el respaldo, como el Airzone de Lowe Alpine, que separa la espalda de la mochila, evitando totalmente el contacto y permitiendo la completa circulación de aire.

Sistema AirZone de Lowe Alpine
Sistema AirZone de Lowe Alpine

La talla de una mochila

Conociendo la importancia de que el diseño del cinturón lumbar, los tirantes y el respaldo ajusten perfectamente a nuestra anatomía, es fácil imaginar que las mochilas tienen tallas.

Cuando hablamos de tallas, no nos referimos a la capacidad y volumen de carga de la mochila, sino al tamaño del respaldo, tirantes y cinturón. Y esto depende del tamaño de nuestra espalda.

The North Face Banchee 65, con tallas S-M y L-XL
Aunque la talla, normalmente, se refiere a la longitud de la espalda, afecta proporcionalmente a la anchura y, lo que es más importante, a la longitud del cinturón lumbar.

No todas las mochilas tienen talla: es probable que no la encontremos en las de menos de 30 litros. En otras ocasiones encontraremos respaldos de mochila que permiten ser adaptados a las diferentes tallas.

¿Cuáles son las características de una mochila de trekking y montañismo

Algunas serán puramente para senderismo, pero a partir de determinado volumen, la gran mayoría son muy parecidas a las de alpinismo y escalada en cuanto a equipamiento -portapiolets, portabones, enganches para esterillas, bolsillos para agua, etc-.

Sin embargo, se diferenciarán de estas últimas en su forma:

  • No tan tubular y estrecha y con poca base como las de escalada.
  • Más anchas y uniformes. Así se facilita la carga y se aprovecha mucho mejor el espacio interior.
  • Puesto que normalmente no se van a emplear con arnés, el cinturón lumbar en las mochilas de trekking y senderismo no está situado tan alto. Esto mejora la comodidad y capacidad de carga.
  • Prácticamente todas llevarán bolsillos internos y externos, rejillas laterales, etc. Las de alpinismo son cuidadosas en este aspecto, para evitar enganchones y problemas en pasos estrechos de roca, etc.
  • Las hay que tendrán bolsillo interno para sistema de hidratación y puerto de salida del tubo.

En cuanto a su peso, como decíamos, lo importante es que, si buscamos modelos ligeros, se deba a sus materiales, y no a recortes estructurales. Milagros no hay: si una mochila es muy ligera, sin recortes de estructura, y es resistente, habrá que pagar el precio que valen sus materiales de última generación.

Funda de lluvia

Si solo pudiéramos elegir un complemento para mochilas, sería la funda de lluvia.

Porque, si bien las mochilas resisten al agua, excepto en los casos que se indique, no son impermeables, sobre todo en sus costuras. Y no hay nada peor que encontrarse con toda nuestra ropa, comida y saco de dormir mojados en el peor momento. Algunos modelos la incorporan plegada en algún bolsillito, otros no.

Tipos de mochila según su capacidad

La capacidad depende de la actividad y el material que necesitemos cargar. Podríamos considerar para montaña:

1. Menos de 20 litros

Su capacidad de carga es muy pequeña, y salvo cuestiones específicas (trail running, etc.), podremos usarlas para senderismo de verano en rutas no muy largas, etc.
Rab Aeon LT 25
Rab Aeon LT 25

Por su poca capacidad, pueden no llevar cinturón, o que este sea un simple cintajo.

Las que no se acerquen a los 20 litros no son muy recomendables para montañismo por su escasa capacidad. (Es una de esas ocasiones en las que una capacidad menor de lo necesario puede hacernos “olvidar” en casa material básico, aunque se trate de una excursión corta).

Aquí también se incluyen las Daypack, que son mochilas que combinan el uso urbano con las salidas cortas de día en montaña.

2. De 20 a 40 litros

Adecuadas para salidas de día. Son las mochilas de día polivalentes por antonomasia para montaña: sin saco de dormir, sin material de cocina, etc.

En ellas podremos llevar algo de comida e hidratación y elementos de seguridad y técnicos si son necesarios (piolet, bastones, crampones, etc).

Barrabes
El cinturón es ligero, ya que la carga que soportamos es aún poca.

3. De 40 a 65 litros

El cinturón ya es importante. Bien aprovechadas, sirven para actividades con noche, travesías largas de varios días, especialmente si son por refugios y no necesitamos llevar un saco de dormir grueso, etc.

Hasta hace poco mas de una década, para travesías con saco, etc, se solía elegir una mochila del grupo de más de 65 litros. Pero hoy en día, con los avances en materiales, que permiten que la ropa, hornillos, tienda de campaña, saco, etc, pesen y ocupen la mitad con las mismas prestaciones, podemos apurar mucho el volumen de las mochilas, y el grupo entre 40 y 65 litros es el rey.

Pensemos por ejemplo en lo que ocupan 3 camisetas de algodón, frente a lo que ocupan 3 camisetas técnicas. O un pantalón moderno de trekking frente a un vaquero o un pantalón antiguo para montaña. Una tienda puede ocupar y pesar menos de la mitad, un hornillo en su funda, con gas y accesorios, pesa y ocupa lo mismo que un cartucho de gas antes. Y así todo.

Barrabes
Estas mochilas ya suelen llevar cinchas laterales de ajuste y compresión. De esa forma, adaptamos la capacidad a la cantidad de carga que llevamos, evitando que se mueva y nos desequilibre.

Así podemos llevarla a media carga sin movimientos ni desequilibrios y emplearla como mochila de día.

4. Más de 65 litros

Son las mochilas de carga. Pueden ser de hasta 100 litros. Para grandes travesías, aproximaciones a campo base, etc. Sus respaldos, bastidores y cinturones lumbares están sobredimensionados, y permiten llevar la carga con comodidad y minimizar la sensación de peso.
Barrabes
The North Face Terra 65, mochila de gran capacidad
Como decíamos, hace unos años eran las usadas en travesías de varios días en autosuficiencia, pero hoy en día, en muchos casos, con una mochila entre 45-65 litros podremos arreglarnos...aunque en otros no.

No olvidemos tener siempre en cuenta la regla general: elegiremos las mochilas entre 45-65 litros para travesías si cabe todo lo que necesitamos; sino, una de carga. Nunca abandonar cosas necesarias por el volumen de la mochila...y nunca cargar con más cosas de las necesarias porque aún tengamos sitio en ella.

Tienda web: www.barrabes.com
Tiendas Barrabes: Barcelona, Benasque, Jaca, Madrid O'Donnell, Madrid Ribera de Curtidores, Zaragoza.

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